viernes, 1 de junio de 2012

The New 52. BATMAN

Guión: Scott Snyder

Dibujo: Greg Capullo

Editorial: DC

Formato: Comic book. 32 páginas

Precio: $3.99

Calificación: 8.5/10



Desde el reinicio acontecido en septiembre del pasado 2011, DC ha intentado mantener una cierta cohesión en el seno de las diversas familias bajo las que agrupaba el relanzamiento de su universo. Sin querer entrar a analizar todas y cada una de ellas (ya hay mucha gente que lo ha hecho con bastante tino) y teniendo en cuenta a quién está dedicada la reseña de hoy, vamos a centrar esfuerzos en diseccionar una cohesión que, lamentablemente, no se ha conseguido ni de lejos, aunque, eso sí, parece que los últimos esfuerzos del conjunto de algunas de las series se hayan encaminado a variar tal tónica.

Ya comentábamos por aquí hace unos días que una de las peores bazas que DC ha jugado con sus nuevas 52 series es el haber comenzado muchas de ellas in media res, planteándose uno en qué diccionario habrán mirado la definición de REINICIO para haber arrancado de la manera que lo han hecho. Y también apuntaba entonces que una de las series (aunque quizás habría que aumentar el concepto al de familia) en la que más evidente se hacía tal falla era, precisamente, Batman. Vale que, para no sembrar los mismos terrenos que el Universo Ultimate, DC decidiera de forma consciente que muchas de sus colecciones empezaran con un background completamente dependiente de la historia de los personajes. Pero lo que no vale es que, si las cosas se iban a hacer así, nos vendan la idea como la han querido vender, ya que, de nuevo, como reinicio del Universo, estas nuevas 52 han funcionado sólo de forma puntual y sólo en muy contadas colecciones.

Encauzando el discurso antes de irme de nuevo por las ramas y centrando ya nuestra atención en la familia de títulos del Hombre Murciélago, hay que denotar la bajísima calidad en la que se mueven la práctica totalidad de los ¡once! títulos que la componen, salvándose de la quema (algunos por los pelos) tres o cuatro de ellos. Empezando desde abajo, son completamente prescindibles, Batwing, con un trabajo de Ben Oliver a los lápices que deja muchísimo que desear y un guión de Judd Winick que no le va a la zaga; Catwoman, en la que de nuevo Judd Winick y Guillem March (en los primeros números) parecen más preocupados de quitarle la ropa a Selina que otra cosa; Red Hood and the Outlaws, o el temido regreso de un Scott Lobdell que sigue haciendo las mismas estupideces que en los noventa; Nightwing y Batgirl, y vamos a "pasar palabra" con ambas y, por último, Batman: the Dark Knight, en la que David Finch (y ayudantes) sigue demostrando que el paupérrimo nivel de la serie antes de su reinicio no era cosa pasajera. Ascendiendo un escalón, pasaríamos a aquellos que tanto da leer como no, encontrando aquí el Birds of Prey, un digno aunque fallido intento por parte de Duane Swiercynski y Jesús Sáiz de insuflar vida al grupo femenino; Detective Comics, truculenta serie que, tras un primer número bastante llamativo (con una última página realmente inolvidable) se ha ido hundiendo poco a poco en el lodazal del resto de las nuevas 52 y Batman y Robin, quizás la mejor de este grupo intermedio y una serie que es un divertimento bien escrito y dibujado. ¿Y cuáles quedan en lo alto de la tabla? Pues, por ahora (a la espera de ver que dará de sí la nueva encarnación del Batman Inc. de Morrison y Burnham) Batwoman y el Batman que hoy nos ocupa. La primera, sobre todo, se gana el puesto gracias al espectacular hacer de J.H.Williams III a los lápices, con unas composiciones capaces de quitar el hipo al más pintado, aunque los guiones no sean nada del otro mundo. Y es en la segunda donde la familia batmaníaca y el Nuevo Universo encuentra, ahora sí, uno de sus referentes ineludibles.

De Scott Snyder ya hablamos largo y tendido hace unas semanas con ocasión del repaso que dimos a American Vampire, pero no está demás hacer hincapié en el hecho de que el guionista es una de las mejores bazas con las que actualmente cuenta DC, algo que queda demostrado con creces cuando uno acomete la lectura de cualquiera de los tres proyectos que ahora mismo lleva a retortero, llamése la citada American Vampire, llámese Swamp Thing o tenga por nombre Batman. El trabajo de Snyder en esta última, marcado inicialmente, qué duda cabe, por las directrices editoriales, comenzó siendo más que correcto para situarse hoy por hoy de forma acomodada en ese notable alto al que le queda muy poco para alcanzar el sobresaliente. Algo que no ha pasado desapercibido en el seno de la editorial y que ha provocado que el primer crossover en este Nuevo Universo haya sido pensado, precisamente, con la serie como epicentro. Para ello, Snyder ha ido orquestando con paciencia y brillantez la aparición de la Corte de los Búhos, un grupo de poderosos y (por ahora) anónimos personajes que, existiendo desde siempre en Gotham, han elegido actuar ahora para eliminar a Batman y a todos los altos cargos que controlan la ciudad. 

Antes de que arranque el crossover en el número ocho de la serie, Snyder habrá tenido tiempo para sentar de sobra las bases en las que va a moverse el cruce de las colecciones, alternando a la perfección la narración entre las pesquisas de Batman, el establecimiento de la historia de la Corte y lo que esta ha supuesto en la historia no ya de Gotham, sino de la familia Wayne. Para cuando la colección alcanza el comienzo del "acontecimiento editorial", Batman ya lleva tiempo siendo una de las mejores tres series que uno puede leer mes a mes de DC, un hecho aumentado, qué duda cabe, por los dos números que hasta ahora se han publicado del cruce y que han despejado el lógico recelo que siempre se tiene hacia un evento de esta entidad; el no saber si habrá que leersélas todas para poder seguir la trama sin problemas. Una duda que Snyder elimina de un plumazo en una doble página en la que se deja implícito qué pasará en el resto de las colecciones implicadas en esta Night of the Owls.

Doble página que, unidas a todas las demás de la serie, deja claro que el éxito y la calidad de la misma se verían seriamente mermados si no fuera porque al frente de su dibujo tenemos el mejor trabajo que Greg Capullo ha realizado hasta el momento. Que el trazo de Capullo le va como anillo al dedo al personaje es algo que nadie debería poner en duda a la luz de lo que el artista dejó plasmado en Spawn (serie que, desde sus inicios, ha bebido a placer del talante oscuro de la mitología de Batman), y para demostrarlo están esos nueve magníficos números publicados hasta el momento que ayudan sobremanera a que la historia de Snyder avance con la brillantez que lo hace. Arropado por una espléndida narrativa y un trazo que tiempo ha logró desprenderse de la alargada sombra del de McFarlane (ya quisiera el divo asemejarse a lo que logra su antiguo pupilo) Capullo sorprende a cada nuevo número, haciendo de la lectura de las 32 páginas un auténtico goce para la vista. Una extraordinaria labor que, en el número 8 ha venido a apoyar en historias complementarias el no menos brillante Rafael Albuquerque.

A la espera de saber cómo concluirá Night of the Owls y qué diantres le tendrá reservado Snyder al personaje tras su enfretamiento con los depredadores naturales de los murciélagos, volvemos a insistir en lo que ya hemos comentado en el desarrollo de la reseña; que Batman es, sin duda alguna, una de las tres mejores series que se puede leer hoy por hoy de DC (y, por qué no, de superhéroes en general). Si eso es decir mucho o poco es algo que dejamos a vuestra libre valoración.

Sergio Benítez (XI) 

3 comentarios:

Critical + dijo...

Mira que desde hace bastantes años no leo nada superheroíco, salvo X-Factor y alguna cosa aislada, con tanto bombo que le están dando a este tebeo me decidí a probarlo. Una lectura muy entretenida y dinámica, sin apenas "relleno" en su argumento.

Saludos!!

Marione dijo...

Si algo me ha llamado la atención de este tebeo no es el buen hacer de Snyder, que ya sabemos que el tipo es un peaso de guionista. Es el hecho de ver a un dibujante clase A ilustrar del tirón tantos números seguidos y sin bajar la calidad de sus lápices. Desde cuando no pasaba eso? Entonces a ver si lo he entendido, para que una colección venda bien y guste solo hay que poner al frente de ella a un buen guionista y a un buen dibujante. Pues no parece tan difícil, no?

Saludazos

sebelo2 dijo...

Pues no Mario, sobre el papel no parece tan difícil. Pero en la práctica, todos hemos sufrido en algún momento u otro los malditos cambios de equipos creativos.
Y sip, Critical, nada de relleno, todo lo que pasa en Batman tiene su peso específico.
Saludetes,
Sergio