sábado, 8 de noviembre de 2008

CONAN el MERCENARIO

Guión: Roy Thomas

Dibujo: Esteban Maroto

Editorial: Planeta DeAgostini

Formato: Cartoné 96 Páginas

Precio: 9,95 €

Calificación: 6.5/10

Conan siempre ha sido uno de esos comics que tiene enfrentados a la mayoría de los aficionados. Por un lado están los que aman las aventuras del bárbaro cimerio por encima de cualquier cosa. Otros opinan que llevan repitiendo la misma aventura durante los últimos tropecientos años. Prefiero mantener una postura intermedia. Las aventuras de Conan no me han cambiado la vida, pero sí es cierto que cada vez que me he acercado a alguna de sus historias me han parecido bastante buenas, para pasar un buen rato.

Cuando Planeta anunció un tomo que contenía dos numerillos de La Espada Salvaje me movilicé rápidamente para hacerme con ellos. El equipo creativo no dejaba mucho a la imaginación. Roy Thomas a los guiones, un clásico que ha compartido más tiempo con este cachocarne que con su familia; y Esteban Maroto a los dibujos, otro clásico del que recordaba, con muy buenas sensaciones, sus Crónicas de Atlantis junto a Peter David (¡reedición ya!) e infinidad de historia publicadas en revistas tipo Creepy. Como ya he dicho, el mínimo de calidad estaba asegurado.

La historia en si es Conan cien por cien. La estructura del guión es sota, caballo y rey, no vayamos a engañarnos. Thomas adapta un relato de Andrew J.Offut titulado Conan el Mercenario en el que, como su nombre indica, una princesa de Khauran (¿ein?) se ve envuelta en un asalto, y Conan, que pasaba por allí, aprovecha para machacar algunos cráneos. Viendo lo bien que se maneja con la espada, la princesa decide contratarlo para el resto del viaje, de ahí lo de mercenario (que bien traído, ¡maldita sea!) Si a esto añadimos algunos hechizos, monstruos imposibles, camadería “barbárica” entre compañeros de espadas, sanguijuelas apestosas que matarían a su madre por unas monedas y algunas mujerzuelas tan ligeras de cascos como de ropa, tendremos los ingredientes de esta entretenidísima historia.

Maroto no solo cumple con su cometido, sino que enriquece cada una de las viñetas con su estilo detallista y algo sucio hasta alcanzar un nivel notable. Sí es cierto que de los dos números de los que se compone el tomo de Planeta, parece que con el primero tuvo algo de prisa, la misma que, afortunadamente, no tuvo con el segundo, regalándonos algunas páginas de una gran belleza como la que abre el segundo número y nos muestra un mercado típico del lugar y la época. Su versión de Conan se asemeja más a la clásica, un tipo hipermusculado de larga cabellera negra, alejándose por tanto de uno de los cánones establecidos por otra leyenda como es Barry Windsor-Smith.

Así que ya saben, si son de los que piensan que AC/DC llevan repitiendo el mismo disco desde hace treinta años pero cada vez que tienen canción nueva no pueden dejar de mover la cabeza siguiendo el ritmillo, denle una oportunidad a estas aventuras de espada y brujería, no van a ser ni mejores ni peores que otras que se hayan leído y sin lugar a dudas pasarán un rato bastante entretenido. ¡Por Crom! vayan corriendo a la librería.
Marione (30)

* A día 8 de noviembre creo que este tomo ha sufrido algún tipo de retraso, por lo que es muy probable que no se pueda encontrar aun en las librerías. Permanezcan atentos a sus receptores.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Jeje buena la comparación de Conan con los AC-DC.
¿Un cómic de Conan?¿Roy Thomas escribiéndolo?¿era necesaria una reseña? jeje

sebelo2 dijo...

Pues problamente no, pero, ¿y lo bien que le ha quedado a Mario? ;).
Saludetes
Sergio