sábado, 7 de junio de 2008

EL DEMONIO

Guión y Dibujo: Seok Jeong-Huyn

Editorial: Planeta DeAgostini

Formato: Libro Rústica.200 páginas

Precio: 12.95€

Calificación: 5/10


Históricamente el manga ha sido un género con el que he tenido una desaforada historia de amor y odio (más del segundo que del primero). Aunque es muy cierto que cuando decidí dedicarme de forma seria (otros lo llamarían compulsiva y no se equivocarían mucho) a esto de coleccionar cómics, lo hice impulsado por el lanzamiento de la serie Roja de Dragonball. Corría el año 94 (si mal no recuerdo) y llevaba ya tiempo mareando la perdiz acerca de una afición cuyo lento cultivo arrancaba muchos, muchos años antes. Pero eso es otra historia que quizá algún día me decida a contar. A lo que vamos. Con Dragonball como inconsciente catalizador de la primera versión de mi yo coleccionista de cómics, arrancaba un proceso por el que la paga semanal se veía mágicamente reconvertida en cualquiera de los muchos títulos con los que Planeta y Norma inundaron el mercado en esos primeros años de contacto con el cómic "made in Japan". Alita, Crying Freeman, Mai, Dominion, Ranma 1/2, City Hunter o aquel título que no recuerdo en el que una chica salía de la televisión para ayudar en el terreno amoroso al protagonista, ¿cómo se llamaba?....

El caso es que, por saturación, me fui alejando poco a poco de todo lo que oliera a japonés (tanto del manga como del anime, del que también terminé hasta las santas narices) hasta tal punto que de aquella época no hay ningún ejemplar en mi actual biblioteca: las varias ediciones de Dragonball fueron convenientemente sustituidas por la Ultimate. El resto, vendido a amigos coleccionistas, cuando no regalado.

En los catorce años que han transcurrido desde entonces he flirteado de vez en cuando con la posibilidad de volver a caer en las redes del cómic facturado en el país del sol naciente, pero lo cierto es que ante la ingente cantidad de títulos que copan el mercado, nunca he sabido muy bien por cuál decidirme. Ello no ha quitado para que colecciones como la genial Monster, la desternillante Dr.Slump (sí, lo mío con Toriyama es enfermedad, lo admito), la imprescindible Akira o la magistral Adolf figuren perfectamente colocadas en mi estantería.

Y así llegamos a mi situación actual, en la que un cada vez más acusado aperturismo me ha llevado, en los últimos meses, a una fase en la que compro todo lo que cae en mis manos como nunca antes había hecho con esta afición mía (bueno, nuestra, que supongo que si estáis leyendo esto no será porque esperéis encontrar instrucciones de montaje de un AK-47 o una disertación acerca de la vida y milagros de Pocholo). Así las cosas, han pasado a formar parte de dos columnas de cómics por leer, cuyo tamaño comienza a ser preocupante, cosas como El Gran Catsby, El Almanaque de mi Padre, Next World o La Leyenda de Madre Sarah y, hasta hace poco, este Demonio.

Entrando en materia, he de afirmar que adquirí El Demonio fascinado por el dibujo de Seok Jeong-Hyun, con un toque foto-realista muy atractivo. Pero si tengo que ser sincero, es en el fascinante apartado gráfico, que no en el del story-telling (confuso hasta el hastío), donde acaba el interés de este tomo. Para empezar, una recomendación: lo primero que hay que hacer antes de entrar en la lectura del cómic propiamente dicho es pasar al texto explicativo que hay al final del tomo, un texto donde se nos explica la situación socio-política del mundo en el que se desarrolla El Demonio.

Una vez leído, y con las expectativas bastante altas debido al fascinante telón de fondo que Jeong-Hyun crea para la acción, pasamos a la historia en sí. Es entonces cuando todo lo explicado en el texto comienza a sobrar: sólo pequeñas pinceladas de lo relatado por el autor sirven para el desarrollo de una historia cuya ininteligibilidad se pelea de tú a tú con la de Akira (la película, que no el cómic). Aparecen y desaparecen personajes, la claridad narrativa de las escenas de acción es nula y el desarrollo de estas demasiado extenso como para que se les pueda seguir el hilo sin perderse. Para colmo de males, la historia se antoja excesivamente condensada y hubiera sido de agradecer un mayor esfuerzo por parte del autor a la hora de extender a un par de tomos la concreción de la misma. El resultado de todo ello es que, al final, la aprehensión de lo que El Demonio quiere contar deviene en un proceso harto difícil, quedando la impresión de haber leído un cómic inconcluso que no sabe muy bien a dónde va.

¿Cómo se llamaba aquella serie?.....Ah, ¡ya!....Video Girl Ai

Sergio Benítez (2)

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