viernes, 26 de febrero de 2010

COLECCIÓN FIRMADO POR...: CORRE, HOMBRE



Guión: Florenci Clavé adaptando a Chester Himes

Dibujo: Florenci Clavé

Editorial: Bruguera

Formato: Álbum Rústica. 64 Páginas

Calificación: 6/10

Si en la anterior recomicdación de esta brevísima colección Firmado por... que editó Bruguera, afirmaba no sin cierto reparo que de la enorme producción literaria de Isaac Asimov había leído muy poquito, hoy con Chester Himes confieso, sin ningún tipo de remordimientos, que desconocía por completo la existencia de este escritor afroamericano nacido en Missouri y fallecido a mediados de los ochenta en Alicante, donde residió durante dos décadas. Quizás fue esa cercanía con el cómic español, o el que realmente su producción de novela de serie negra valiera bastante la pena, lo que llevó a Bruguera a incluirlo en el segundo volumen que hoy comentamos, contando con el estupendo Florenci Clavé (del que no hace mucho hablamos con motivo de la publicación del Sangre Armenia por parte de Glénat) en las labores de adaptación y dibujo.

Muy en la tónica de lo que el primer volumen de la serie significaba para con la novela de Asimov podríamos entroncar a este Corre, Hombre: por mucho que nada tengan que ver el uno con el otro, ambos condensan una novela en poco más de sesenta páginas y lo hacen de forma bastante correcta, aunque aquí no puedo comparar puesto que no me he leído el texto original de Himes. Aún así, y por la compacidad que dimana de la lectura, resultaría difícil de creer que Clavé hubiera tenido que dejarse fuera aspectos importantes de una novela que narra el juego del gato y el ratón que se plantea entre un policía algo desequilibrado, que comienza la acción matando "por accidente" a dos compañeros de trabajo del protagonista, y un afroamericano que logra salir ileso del primer ataque del agente de la ley y ve desde entonces su vida constantemente amenazada por alguien que quiere terminar su trabajo. Por el camino Himes/Clavé nos presenta a la novia del protagonista, al cuñado del policía-asesino, compañero de profesión, y a la amante de áquel, una yugoslava que será clave en el desenlace.

Y si bien la adaptación de la historia resulta más que correcta (aunque ésta no sea muy original que digamos), el trabajo de Clavé a los lápices se antoja demasiado apresurado. Su trazo, que en Sangre Armenia dotaba de realismo y estupenda definición a los personajes, aquí juega en contra (no mucho, no crean) de crear la suspensión de credulidad a la que, en teoría, debería jugar toda narrativa secuencial, llámese esta cine, llámese cómic. Su carácter algo atribulado y el hecho de que Clavé huya de estructuras narrativas algo más abiertas que hubieran favorecido la lectura, termina por convertir ésta en una experiencia de lo más normalita, una de tantas que se olvida al poco después de haberla finalizado.

Sergio Benítez (361)

4 comentarios:

Beguetti. dijo...

Tuve ocasión de descubrir esta obra a raiz del salgo de Editorial Glenat, de todos los tapa dura de su estupenda serie Viñetas Negras, a 3 ó 4 euros el libro. Efectivamente, Sergio, comparto contigo las sensaciones que te produjo su lectura, también creo, sin la capacidad de análisis de tienes tú, de que algo le falla a esta obra, tal vez un final acelerado y la sensación de que con los ingredientes que debe de tener la novela, que no conozco, no ha sabido, en este caso el autor, canalizar toda la información, para hacer un tebeo mas coherente, menos superficial.
Es mi humilde punto de vista, no llegó a atraparme su lectura en ningún momento.
Saludos.
Oscar.

sebelo2 dijo...

Como siempre, querido Óscar, coincidimos en nuestras impresiones. Será por eso que me fío tanto de tus reCOMICdaciones :P
Saludetes,
Sergio

Uno de dos dijo...

En la novela los dos personajes enganchaban por igual y los secundarios encontraban cada uno su propia respiración. Creo que esto último es lo que le falta al tebeo, aunque la persecución y la calle, el entorno urbano, siempre me han parecido excelentes. El negro se vuelve un fantasma anónimo y el poli un espectro, callejas, mobiliario urbano y transeúntes no descansan, y ese me parece el gran acierto de Clavé. Muchas veces he imaginado lo que podría haber sido una historia suya de órdago en la que no hubiese más que una eterna persecución, una caza, sin encuentro final como en este tebeo, prolongada durante cien páginas y en todas direcciones. Un polar nómada igual a 'Corre hombre, corre' pero más extenso, donde se significase más la lejanía del poder público y su imposibilidad de acotar para esos viandantes espectrales, y a todos los fantasmas negros y blancos, hasta las grandes avenidas.
¡BUAH!, creía que esta colección aún seguía abierta. Quería ver por aquí el tebeo ese de Jodorowsky con un detective, Gilgamesh creo que era. He visto la portada por internet alguna vez... ¡Buaaaa!
A ver si sacan Opera (no lo conozco pero en su día leí maravillas sobre ella).

Toni dijo...

Ni repajolera idea del comic en cuestión, no asi de Chester Himes del que algo lei hace tiempo y mi viejo atesora casi toda su obra.